viernes, 14 de junio de 2013

Clásicos para mi: Hawk and Dove (1988)


Clásicos para mi es una sección que busca rescatar aquellos comics que pueden no tener el consenso universal, pero que para uno merecen ser destacados. 

Contexto:
Hawk and Dove siempre fue uno de esos conceptos que si bien suenan bien en papel, son difíciles de realizar: dos personajes en los polos opuestos del espectro "guerrero/pacifista", tal vez tenían sentido a fines de los 60 cuando los crearon. Para los 80, la solución fue matar a Dove y dejar a Hawk suelto como un hiperviolento de ultra derecha, justo lo que los años Reagan necesitaban. Pero el concepto se llamaba Hawk AND Dove, y la misión que le dieron al matrimonio de Karl y Barbara Kesel fue "creen un nuevo Dove". O en este caso, una nueva Dove. Adicionalmente: Rob Liefeld aún no era sinónimo de todo lo que está mal en el mundo del comic.

Hawk and Dove (1988) Miniseries:
Los Kesel deben ser de la gente menos apreciada en su trabajo como guionistas. Karl era uno de los entintadores líderes del comic norteamericano, y Barbara una astuta editora en compañías independientes y para DC. Con la misión antes mencionada, decidieron no solamente crear una nueva Dove, sino también un universo completo para los personajes, que incluía un refinamiento de su origen, una justificación sobre la muerte de Don Hall, el primer Dove y un variado elenco de personajes secundarios.
Esto también requería recuperar a Hawk-Hank Hall como un personaje funcional y no solo un psicótico ultra violento. Y ese es el punto de partida: el ya peligroso Hawk se cruza con alguien vestido como su hermano Don cuando era Dove... pero se trata de una chica. Su primera reacción es de furia, pero casi sin quererlo, terminan trabajando juntos, con la dinámica complementaria que alguna vez había tenido con su hermano. Los primeros números son un seguir a Hank y su razonamiento de torpe detective para decidir quién de los tres nuevos personajes femeninos son su "nueva compañera": su potencial interés amoroso Ren, la engreída Donna o la brillante Dawn (los nombres no son casuales: Donna y Dawn son versiones femeninas de Don; Ren, aparte de sonar a nombre de pájaro -Wren- es la que se comporta más sospechosamente). Finalmente el misterio se resuelve (spoiler: la nueva Dove es Dawn) y el nuevo dúo tiene que enfrentarse a una criatura MUY parecida a Hawk, Kestrel, que intenta ser el nuevo compañero basado no en las diferencias que complementan, sino en los parecidos que suman.
En el medio, todo el nuevo elenco y nuevo escenario (una ficticia universidad en Washington DC, lugar donde tradicionalmente operaron los Hall, hijos de políticos que también son parte del elenco secundario), y una serie de enredos, algunos humorísticos, y otros sentimentales (¿se supone que Dawn y Hank tienen que ser pareja? ¿O más como hermanos? ¿Y qué tiene Ren para decir de todo esto? Ah, además, en un momento de clásica torpeza Hank le hace saber a Ren que es Hawk), hacen de esta serie un gran entretenimiento, que se lee siempre con una sonrisa.
Ayuda también el encantador arte de Rob Liefeld. ¿QUE??? ¿Liefeld haciendo dibujitos lindos? Efectivamente, antes de transformarse en el destructor de anatomías y buen gusto que asociamos ahora con su nombre, Liefeld era un artista competente, ayudado además por las hábiles tintas de Kesel, que pulen los bordes más ásperos de su dibujo. Guion y arte completan una historieta muy de la época, pero no por eso menos disfrutable.

Contexto posterior:
El éxito de la mini hizo que les dieran una serie regular a los Kesel para los personajes, ya sin Liefeld. Las historias competentes pero sin demasiado brillo, y una serie de artistas genéricos, hicieron que solo durara dos años, finalizando en una de las historias más traídas de los pelos de la época, enganchada con el evento Armaggedon 2001. Tomaría 20 años arreglar ese desastre y para cuando lo hicieron, con Hawk and Dove como  miembros de los Birds of Prey, todo el universo DC fue relanzado.
Liefeld, por supuesto, se transformó en uno de los creadores más populares de los años 90, fundó Image comics, y bajó el estandar de lo que se necesitaba para ser considerado una súper estrella. 
Debido a la popularidad de Liefeld, la serie se editó varias veces en tomo de tapa blanda y se consigue facilmente. No se confundan con la espantosa version 2012, también del amigo Rob, ya sin ningún encanto. 

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