viernes, 31 de mayo de 2013

Clásicos para mi: Black Canary - Oracle: Birds of prey (1996)


Clásicos para mi es una sección que busca rescatar aquellos comics que pueden no tener el consenso universal, pero que para uno merecen ser destacados. 

Contexto:
Hoy en dia hablar de Birds of prey automáticamente significa pensar en un grupo de superheroes, mayormente integrado por mujeres,  algunas de ellas fácilmente asociables con la bati-familia de personajes. Pero en 1996 era impensable y Chuck Dixon se atrevió a uno de los tabúes de los comics de super héroes: protagonistas mujeres. Luego de ser paralizada por el Joker en The Killing Joke, Barbara Gordon fue reinventada por John Ostrander y Kim Yale como Oracle en las páginas de Suicide Squad y los títulos de Batman, haciéndola más popular de lo que nunca había sido como Batgirl. Canario Negro fue un personaje que siempre sufrió por ser un accesorio de Green Arrow, y fue este especial el que la devolvió al top 5 de los personajes femeninos de DC.

Black Canary - Oracle: Birds of prey (1996)
La popularidad del personaje de Oracle debe haber tomado a toda DC por sorpresa: un personaje femenino, no sexualizado, de imposible acción dado a su parálisis. Sin embargo, Ostrander, Yale y Dixon la hicieron irresistible y, nunca dispuestos a dejar pasar una oportunidad, los cráneos de DC querían darle un título propio. Lo natural era que liderara algún tipo de equipo, pero el Suicide Squad ya era historia y nadie iba a aceptar que mandoneara a Robin o Nightwing (para eso está Bats, después de todo). Barbara debe haber pensado lo mismo, y entonces al necesitar un "agente de campo" recurre a una colega que estaba en las malas: Black Canary. Alguna vez fundadora de la Justice League, ahora estaba en bancarrota y había cortado amarras con todos sus novios/amigos/colegas. Oracle, que todo lo sabe, le ofrece un dinero, una misión, un objetivo, y sin nada que perder, Dinah acepta.
Lo primero que hace es tirar por la borda las dos complicaciones más absurdas de su personaje: las medias de red y la peluca rubia, optando por la solución obvia de una buena tintura. Aprovechando sus más visibles características (Dinah es un minón, después de todo), Babs la manda a seducir a un dudoso inversionista/traficante de armas y el resto es una historia más de espías que de super héroes, donde las artes marciales y el trabajo de detectives son más importantes que los super poderes. Agreguemos un poco de Lady Shiva, encantador arte de Gary Frank, en su estilo dinámico de la época de Hulk, no creepy de su época de Superman, y una sólida caracterización tanto para Dinah como para Barbara (Dinah es arriesgada, lanzada hasta el punto de la imprudencia, curiosa, con mucha calle. Barbara es organizada, prudente y siente gran culpa por poner a otra gente en peligro por cosas que considera que tendría que estar haciendo ella misma), cada una de un lado de un auricular, y sin embargo, con una intimidad pocas veces vista en las historietas mainstream. La fórmula es super entretenida, y deja con ganas de más, mucho más. Ninguno de los dos personajes volvería a ser igual, y todo empieza acá.


Contexto posterior:
El especial fue seguido por otros similares y una mini serie, hasta que le dieron una serie propia que duró diez años, primero escrita por Dixon y luego hecha propia por Gail Simone. También hubo un extraño y ligeramente espantoso programa de televisión basado MUY libremente en el concepto, que lo único que aportaría sería el agregado de The Huntress al equipo de la historieta. 

miércoles, 29 de mayo de 2013

Comentario: Nurse Jackie 5x07 - Teachable Moments

"Zoe is not going to sleep for a week"

Cuando me pongo a ver una serie que luego voy a comentar, lápiz y papel en mano, aparte de prestar atención a más detalles que si soy un televidente casual, siempre estoy esperando la quote, la cita que va arriba de la foto. Es una costumbre que me agarré cuando todo mi comentario era esa cita seleccionada de Mad Men que publicaba en Twitter. El tema es que a veces es súper difícil encontrar la cita correcta: o no representa nada del episodio, o los guionistas estaban retorcidos o en un mal día para el diálogo, o sencillamente no me gusta nada.
Lo sorprendente es cuando sucede al revés, cuando todo el episodio es citable. Puede pasar en una comedia MUY bien escrita, pero en pocas situaciones más. Y por eso mi sorpresa cuando todo el episodio de Jackie de esta semana me pareció citable, ya fuera viniendo de la boca de Jackie misma, Eddie, Gloria, Zoe o Thor (asumamos que Zoe y Thor son siempre altamente citables).
Y me quedé pensando en por qué, y claramente tiene que ver con este renacimiento de la serie, que tantos prejuicios me trajo, y que sin embargo, está funcionando por estar tan bien escrita.
Ya la primera escena: Jackie entra a un baño, se asegura que no haya testigos, pesca algo en el bolsillo de su ambo. Estuvimos temporadas enteras aprendiendo lo que esto significaba: unas pastillas, una mesada, Jackie inhalando. En su lugar, jugando con nuestra expectativa, Jackie saca un lápiz de labios: es mediodía y su nuevo amigo Frank el policía la viene a buscar. Es una manera contundente de decir: esta es una nueva serie. Los personajes son los mismos, ustedes lo saben y nosotros lo sabemos, y por eso les hacemos este guiño. Pero es una serie nueva. Y es una serie nueva interesante, sobre una enfermera eficiente y cascarrabias, con una serie de problemas, de los cuales tener una adicción y una extraña habilidad para ocultarla ya no son los principales. Sencillo y efectivo. Bien escrito, sin fuegos artificiales, combinando humor, un poco de drama y hasta una pequeña “situación de la semana”. Todo en 28 minutos de televisión.
No habrá subtexto, sesudos análisis, polémicas. No hace falta, el disfrute está ahí, al alcance de la mano. ¿para qué queremos pedir más?

Algunos comentarios al paso:

  • Casi no hablé de argumento, aunque si los hay, pero ninguno de esos centrales que esperamos que se resuelvan como largos arcos al final de la temporada.
  • De hecho, la historia del policía herido, más que para el personaje de Jackie (que tiene su momento de conmoción, que seguramente es lo que define que efectivamente tiene sentimientos por Frank) es para Prentiss y Zoe y su encantadora e inesperada relación.
  • La semana pasada ni mencioné lo barato que me pareció el momento del grabador entre Coop y Roman. Previsiblemente, es retomado este episodio. Sin agregar ni quitar nada. No me interesan las motivaciones de Roman. No me interesa Roman. Basta.
  • Buena manera de enganchar las historias de Gloria, Thor y Jackie (limpia hace 11 meses). 
  • Zoe tiene el súper poder de llevarse bien con la gente malhumorada. Como su abuelo. O el perro de su madre. O Jackie. 

martes, 28 de mayo de 2013

Mad Men: Juego de espejos

Todo el episodio The Better Half de Mad Men del domingo jugó en torno a la duplicidad. Eso me dejó pensando...

Se acuerdan del afiche de la temporada de Mad Men? Don Doble?




Y cuando Betty hizo su cambio de look... a que venía?




Y por si no nos alcanzaba...

lunes, 27 de mayo de 2013

Comentario: Mad Men 6x09 - The better half

"I can't solve those problems, I have those problems"

SU ATENCION POR FAVOR, EVACUEN EL EDIFICIO: ELIZABETH BETTY HOFFSTAD DRAPER FRANCIS ESTA DE VUELTA. ESTO NO ES UNA SIMULACION.

Perdón, ahora si empezamos. 
Estamos tan acostumbrados a los teleteatros como forma de expresión televisiva, que a veces nos olvidamos que no es así en todo el mundo, o al menos no tan prevalente como por estos lares. Aquí la novela de la tarde convive con la novela de la noche, con el juvenil de la hora de la merienda, con la “comedia” del prime time. Y cuando algo tiene una estructura seriada más cerrada, nos resulta tan raro que hasta lo llamamos “unitario”.
En Estados Unidos, esto no es tan así. Están las novelas de la mañana o tarde, pero que tienen sus propias particularidades (y que en los últimos dos años se han convertido en especies en extinción). Un buen ejemplo que tenemos cerca es To Have and To Hold, claro, la telenovela en la que trabaja Megan.  Y luego están las raras series-telenovela, que más que nada se caracterizan por seguir los tropos narrativos clásicos de las novelas, más que su estructura: claro contraste bien y mal, romances imposibles, triángulos, hermanos e hijos perdidos y de vez en cuando, un gemelo villano.  Si bien todas las ficciones serializadas tienen algunos de estos elementos, es cuando estos son la carne del argumento que podemos hablar de telenovela propiamente dicha. El pináculo de las mismas fueron las power-soaps de los 80, Dallas y Dinastía, sus herederas de los 90, Melrose Place y Bevery Hills 90210, y actualmente serían los productos de Shonda Rhymes como Grey’s Anatomy o Scandal
Mad Men tiene su buena cuota de elementos telenovelísticos, pero rara vez son el centro de la trama, o si lo son, toman un tratamiento que los aleja un poco de estereotipo. Bueno, el tema es que siguiendo la costumbre de las últimas dos temporadas de narrar ‘en el estilo de’ para Mad Men, del mismo modo que hubo una de terror o una de “peli experimental”, ahora nos tocó el episodio telenovela. Y claro, es raro que alguno de estos experimentos no funcionen, especialmente siendo que tantos de los varios argumentos que circulan por la serie, son bien de novela.  Y que una de nuestras  protagonistas sea Corinne (perdón, Collette) en una telenovela propiamente dicha, ayuda a los guiños narrativos. 
Un clásico de telenovela es entonces tener los buenos y los malos. Podríamos decir que Peggy y Joan son las más puras heroínas de telenovelas, con sus triángulos amorosos, sus hijos de parentaje dudoso y sus candidatos más dudosos aun (mas sobre Bob “dudoso” Benson en uno de los apartados de las Observaciones al Paso). Peggy en particular, está en el medio del clásico dilema de las 3 de la tarde, enganchada con su jefe casado, que a su vez está en conflicto con su ex jefe, y atrapada con su novio que todos sabemos que no es el correcto para ella en una relación sin salida. Por lo menos esa salida se dio, aunque en algo que mezcla varios registros al mismo tiempo… Pero bueh, nadie lo quería demasiado a Abe, una cuchillada más o menos no nos va a cambiar la vida. Claro que Peggy es el tercer ángulo en otro triángulo, entre Don y Ted, y mejor que se corra de ahí antes de que la aplasten…
Joan es una buena más asertiva, poniéndole los puntos a el padre/abuelo Roger (o niño. Como bien dice Margaret, tiene 4 años) y entablando una relación no del todo clara con un nuevo candidato. De todas maneras, al encuentro Bob-Roger lo único que estaba faltando era una sábana y Joan diciendo “¿tu aquí!?”.
La villana de este programa, sin embargo, siempre ha sido a su manera, Betty. Viendo estas tres temporadas post divorcio de los Draper, es fácil olvidarse lo central que Betty fue en las primeras tres temporadas, como los comentarios, análisis y hasta los memes generados por Mad Men giraban alrededor de ella. Finalmente, quedó convertida en una caricatura de la mala madre, un personaje accesorio a Sally, y el embarazo de January Jones que nos dio “Fat Betty” terminó de matar al personaje. Bueno, fans de Betty, BETTY IS BACK. No es sorprendente que como un Sanson de las calorías, Betty solo vuelve a ser Betty cuando es una muñeca de porcelana perfecta.
Y la disfrutamos más que nunca a Betty, porque aparte de recordarnos de todo lo que la hizo el personaje que es, por una vez la víctima de sus perradas no son sus hijos, si no Don. Tampoco perradas, bah… Betty simplemente se limitó a sacar lo que quería de Don (es un hecho establecido la química sexual que tienen) y luego cantarle unas cuantas verdades desde la distancia que le permite ya no tener ningún compromiso adicional. Hola Betty, te extrañamos, no te vuelvas a ir. 
Y finalmente tenemos a la verdadera protagonista de telenovelas, la señora Megan. Yo sé que no está bien que a uno le caiga bien Megan, pero a mí me cae de diez. No solo porque disfrute de sus looks extravagantes dentro y fuera de la pantalla (peluca rubia!), sino porque además mucho de lo que vimos de Don los últimos dos años fue directa o indirectamente catalizado por ella. Es raro verla realmente vulnerable, y dado el desastre que es su matrimonio y sus complicaciones laborales, es cuando se le da el turno a la arpía Arlene para hacer su ataque. Un ataque muy de novela argentina 2010, debo decir, pero bien novelero. Arlene es como la versión realmente telenovela de Betty, y por eso es tan disfrutable. Podría salir del departamento de los Draper e ir a tomarse unos tragos con Sue Ellen Ewing y Alexis Carrington Colby. 
Claro que lo más característico de la telenovela es dejarnos enganchados para el próximo episodio, y eso Mad Men lo ha perfeccionado como una forma de arte, sin nunca caer en hacer un cliffhanger obvio. Migre, Santa Cruz, Weiner… nada mal. 

Algunas observaciones al paso:

  • Desde su primera aparición que Bob Benson es un enigma. Que es un trepador, que es realmente bueno, que no tiene donde ir, que es huérfano, que la seduce a Joan, que, que, que… Lo cierto es que seguimos sin saber nada de Bob, pero desde que en la temporada 4 nos clavaron Megan sin darnos cuenta, ya no confiamos en nadie. Hay quienes teorizan que BB es una nueva encarnación de DD y que su nombre es la clave. Hoy empezó una nueva teoría de que Bob es gay, Joan es su amiga y “el enfermero” algo más que su amigo. Creo que tendremos que esperar hasta el episodio 13 para enterarnos. 
  • Nada le gusta más a Betty que verse reflejada en los ojos de los otros, pero nada le gusta más a sus maridos que verla como lo ven los otros. Sabíamos que era así para Don (no olvidar el episodio italiano), pero parece que también es el caso para Henry.
  • La última persona que esperaba ver era a Duck. Y mucho menos en conexión con Harry y Pete. 
  • Cuando vemos la New York vía Disney de los últimos 20 años, es fácil olvidarse lo siniestra que era en los setenta y parte de los ochenta. Taxi Driver como el retrato más claro de la época. Si hacemos el puente entre la NY de oro del comienzo de Mad Men y la actual, se nos escapa el hueco del medio. Weiner siempre dijo que quería mostrar esa transición, esa caída que llevó al nacimiento de Los Angeles como capital de los medios, y este episodio, con su violencia, su suciedad, por ese lado nos lleva. El episodio que viene se llama “A tale of two cities” y por lo menos una vez al año visitamos LA. Por ahí viene el tema, parece. 
  • Parece que de la misma manera que la redención de Betty fue hacerla gorda, la redención de Pete viene por hacerse cargo de su madre. Esa línea argumental ya la vi con Miranda en Sex and the City y no estoy seguro si quiero verla otra vez, o si quiero que Pete sea redimido. Veremos hacia dónde va la historia. 
  • La  semana pasada fui el niño que grito “Bacharach and David” con una canción que solo sonaba asi, pero no lo era. Me alegra poder decir esta semana con seguridad que Always someone there to remind me SI es un B&D original. 
  • Y después de este larguísimo comentario (cada semana estoy mas verborrágico), para aliviar, los dejo con las piernas de Bob Benson. De nada. 




viernes, 24 de mayo de 2013

Clásicos para mi: Flash #24 (1989)


Cuando se habla de comics 'clásicos' siempre se termina hablando de los mismos 5 o 6 títulos, indiscutibles, pero tan vaca sagrada que le saca cualquier diversión a la crítica o a tomarlos a nivel superficial: piensen en decir "que divertido" de Watchen en lugar de comenzar una disertación de media hora sobre deconstrucción...
Pero todos tenemos nuestros propios clásicos, ese número, esa serie, esa saga que nos hace sonreír, que nos parece infinitamente entretenida, que nos emociona, que nos parece que tiene un arte encantador, o que define un personaje. Nadie va a hacer una película al respecto, pero si nos ponen a elegir, son esos comics que nos llevaríamos a una isla desierta.
Asi que esta nueva sección "Clásicos para mi" viene a intentar llenar ese espacio, y en la medida que tenga tiempo voy a ir rescatando cosas de aquí y de allá.
Elegí para empezar Flash (segunda serie) 24, publicado en 1989. En cada caso voy a tratar de dar un poco de contexto y y por que califica como "Clásico para mi".

Contexto
Los mediados de los 80 fueron un momento de esplendor para DC Comics. Sumado al éxito crítico y comercial de Watchmen y The Dark Knight Returns, luego de la mega saga Crisis on infinite Earths, todos los títulos estaban revitalizados. Parte del secreto era traer creadores no asociados normalmente con lo superheroes, con los personajes en los que trabajaban o con DC.
Luego de la muerte de Barry Allen en Crisis, Wally West era el nuevo Flash y habia estado apareciendo en varias series hasta que le dieron la suya propia, a cargo de Mike Baron, que venía de escribir comics independientes con cierto filo, como Nexus y Badger. Baron le dio una caracterización polémica a Wally: mujeriego, materialista, impulsivo, oprimido por la sombra de su tío, predecesor, mentor, amigo y casi única familia, Barry Allen. También, como se hizo con otros personajes, se recortaron en gran medida los superpoderes de "casi Dios" a " bastante poderoso". En un giro extraño, Wally en el primer número de la serie ganaba 6 millones de dolares en la lotería, así que era basicamente un boludo insoportable con plata y superpoderes.
Baron se fue luego del primer año y el heredero de la serie fue William Messner-Loebs. Messner Loebs tomó lo que plantó Baron, pero humanizó un poco a Wally a traves de un nutrido elenco secundario, sacarle el dinero, y en una movida que ya venia planteando con intermitencias, luego de la serie Invasion! directamente le sacó los poderes.

Flash #24:
El número 24 de cualquier serie mensual es el segundo aniversario y se lo suele ignorar, prefiriendo al 25, porque suena más a aniversario de plata, supongo. El detalle no se le pasó por alto a Messner-Loebs, y lo que hace es tranquilamente revisar, al tiempo que deshace, lo que pasó los dos años anteriores, y abriendo el juego para los que siguen (seguiría escribiendo el título tres años más). El foco no es en Wally: es en Tina y Jerry McGee, ex novia y ex archienemigo de Wally, ambos científicos y ahora amigos trabajando para devolverle sus poderes. Aparte de intentar recrear el experimento que se los dio originalmente, Tina hace un trabajo de detective sobre esos poderes, yendo a los contactos de gente con algún tipo de super velocidad, hablando primero con Lois Lane (Greg LaRoque, el dibujante de este número, es famoso por dibujar mujeres bellísimas, y tanto Lois como la un poco más madura Tina pocas veces estuvieron tan favorecidas). Lois aporta un poco de sentido común que a Tina le está faltando por "tratar con tipos que tienen los poderes de dioses". Luego habla con Joan Garrick, la viuda del primer Flash, Jay Garrick, en su primera aparición post Crisis (muchas puertas se abrirían después a causa de esto, no es casual la importancia de Flash en las historias-puente con la edad de oro). Tanto Lois como Joan ponen en palabras lo evidente: no hay principio de lógica ni de física que explique razonablemente estos poderes, ni por qué Wally tiene siempre tanto hambre (la teoría de la caldera quema calorías se despacha en dos viñetas), ni como Barry podía hacer para vibrar cada molécula de su cuerpo por separado. "Barry era más que humano" piensa Tina, plantando una semilla que Mark Waid retomaría muchos años después. 
Barry era más que un hombre común para Wally también, que sigue viviendo a su sombra y un poco de psicología barata interpreta como complejo de inferioridad ante alguien que era, en apariencia, perfecto.
Toda esta explicación nos habla de Barry, de Wally, de la super velocidad, sin nunca ser expositiva: todo es integral; los diálogos son realistas y cálidos.
Antes del experimento, Wally ve a su amigo Chunk, a su nuevo "mentor" Mason y su madre, Mary West, que se estaba transformando en uno de los personajes clave de la serie. En todos los casos, a pesar de mantener la buena cara, está claro que se está despidiendo en caso que salga todo mal.
Y luego viene el experimento, en apariencia, exitoso. "Hacé algo rápido" le pide Jerry, y Wally se pone su icónico traje rojo antes de que puedan pestañar. Todos festejan. Ahora, la verdadera prueba, correr de Nueva York a California. Wally habla de horas, minutos... cuando hasta hace unos años hubiese hablado de segundos. Preparados, listos... y desastre. La carrera de Wally destrozó medio NY y no hay ni rastros de que pudo pasar con él. Continuará.
Pero...¿entonces estás comentando toda la saga? No. Flash 24 funciona solo. Si se quieren leer los números que siguen (y el gancho está) se puede hacerlo, pero se entiende así, claro, en 22 páginas. Concisas, sin pretensiones, cálidas, con sentido del humor, construyendo una historia más grande desde la sencillez.

Contexto posterior:
Es una historia muy criticada, Wally no vuelve a aparece por varios números, y el foco es en Tina, Jerry y Mason. Finalmente, Wally, con sus poderes al 100%, está de vuelta. A los pocos números, Messner-Loebs presenta a quien sería un personaje clave por los próximos 20 años: Linda Park, la futura señora West. Mucho de lo bueno que hizo Waid en este título, con mucha más repercusión, tiene sus bases aquí.
Esta es una serie poco popular, nadie la busca, así que se consigue barata, denle una chance. 


martes, 21 de mayo de 2013

Comentario: Nurse Jackie 5x06 - Walk of Shame

"Sometimes the reason is bad plumbing"


En un momento de diálogo con Cruz en este episodio, Jackie reconoce, con algo de ironía que hacer complejo lo sencillo es una de sus habilidades. 
Hay mucho por decir al respecto, de Jackie, por supuesto, pero estoy pensando en los guionistas del programa, que hacen que algo en apariencia sencillo sea mucho más complejo de lo que se le da crédito a simple vista.
El (la?) Walk of shame a la que refiere el título del episodio refiere a la vuelta, a la luz del amanecer, vestido de noche, luego de un tiroteo por ahí. A primera vista refiere a la walk of shame de Jackie luego de su impulsivo encuentro con Cruz, pero hay varias otras en el episodio, principalmente la de Grace (empeorada por haber tenido que llamar a su madre para ese regreso), y en cierto modo, la de Cruz en su regreso a All Saints. Y sin embargo, por distintos motivos, ni la de Jackie ni la de Cruz se sienten en lo más mínimo vergonzantes: estos dos adultos, que han pasado cosas terribles, por separado y juntos, tienen otra perspectiva sobre lo que hicieron. Nada para avergonzarse, algo que pasó... y que ahí tiene que quedar. Puede que cada uno elabore el duelo a su manera (de hecho, creo que ese llamado al contestador de Charlie fue la última llamada de Jackie. Ahora sabe con quien tiene que hablar), pero aun lo unen otras cosas, como tener hijos adolescentes. Y la rebeldía de Grace, en realidad la preocupa a Jackie por dos motivos no tan evidentes: la historia con “moraleja” de Charlie, por supuesto, pero también el hecho de que Grace le mienta, algo que ella entiende tan, pero tan bien. La historia de Prentiss y su paciente al que prejuzga es otra señal de este casi súper poder que tiene Jackie de detectar que es mentira y que no, luego de haber hecho una maestría en mentir. 
Nuevamente, Jackie tiene un final feliz (con otro hombre padre de adolescentes), y está bueno que nos acostumbremos a que es una posibilidad más dentro del repertorio de la serie.

Algunas observaciones al paso:
  • Así que hacia allí se dirige la historia de Zoe. Puedo vivir con una Zoe haciendo un salto profesional, y me gusta que Prentiss sea el iniciador.
  • Sigo en contra de la historia de Roman y Cruz, y venía pensando en que todas las series de TV se empeñan en mostrar lo difícil que es llegar a ser médico y que debemos respetarlos como seres superiores, y realmente no me cerraba ya no que Roman trabaje en el hospital, si no que se haya recibido. Su comentario sobre “Doctor Cunt” pareció estar ahí para contestarme. Me gusta cuando los guionistas me leen la mente.
  • Lo menos que digamos de Roman, Coop, sus flash cards y su sexualidad Don Draper, mejor.
  • Y hablando de Dr Cunt, me encanta el vocabulario de la serie, sólo permisible en cable después de las 10 de la noche. Y también como Zoe tiene la versión ATP con su “nucking futs!”

lunes, 20 de mayo de 2013

Comentario: Mad Men 6x08 - The Crash


"I'm gonna get everybody fixed up"

En algún momento, ordenando el blog, me  puse a reflexionar un poco sobre los comentarios de Mad Men que estaba escribiendo el año pasado, y los que estaba escribiendo este año. En los del año pasado, especialmente hacia el final, hubo una combinación entre el material que ofrecía la serie y lo que yo estaba logrando poner en palabras que me dejaba sumamente satisfecho, y a juzgar por la respuesta que obtenía, también a mis lectores. En comparación, este año todo parecía un poco más plano, más superficial. Sería fácil culpar a Mad Men (muchos comentaristas consideran que los primeros 5 episodios de la temporada no estuvieron a la altura, yo no soy uno de ellos), yo creo que había algo entre los episodios y yo que no enganchaba, y creo que esta semana empecé a entender que.
Este episodio va a ser, sin lugar a dudas, el más polarizante de toda la serie, las seis temporadas. Van a haber los que digan “genios!” y los que digan “basura!”, y con una postura o la otra (yo estoy en algún lugar en el medio), todo va a depender del nivel de análisis que uno haga. Por eso mismo yo voy a hacer por los menos dos, o tal vez tres (si contamos mis observaciones al paso, de las cuales una por lo menos no va a tener nada al paso).
Empecemos con lo más auto evidente: cuando uno piensa en “los sesenta”, se suele hacer una importante mezcla donde aparecen Kennedy, los Beatles, Vietnam, drogas, distintas cosas de la moda, sin distinción de si fueron sucesos clase 62 o 69. Mad Men, claro, con su atención al detalle, no se maneja así, y por eso es que las primeras temporadas, la primera, sobre todo, no parecía demasiado “los sesenta”. Pero claro, estamos en 1968, y las cosas son MUY diferentes: las drogas, con o sin psicodelia, ya son parte integral de la trama, y una manera de reflejarlo en el programa es con narraciones no tradicionales. El año pasado, Far Away Places, el episodio de estructura más inusual de toda la serie, podía leerse como “Mad Men a través del LSD”. Bueno, The Crash, este episodio, es “Mad Men a través de las anfetaminas” (y vaya a saber que más). Y como en cualquier abuso de drogas, el principio es divertido (Ken bailando,  Stan corriendo carreras), pero después las cosas se ponen siniestras.
¿Qué podemos sacar en claro de este episodio, que hay que ver más que narrar? Que varias lunas de miel están en problemas: la de las dos agencias unidas (que todavía no tienen nombre, a pesar de que el vestuario y la silueta de una de nuestras protagonistas que seguramente también esta con las anfetas fuera de cámara – Betty – nos dicen que pasaron por lo menos uno o dos meses desde la última vez que los vimos), la de la agencia con Chevy, la de Don y Sylvia post-ruptura, y la de Don y Megan, post ruptura de los anteriores. También que otras varias van viento en popa: las agencias irán como el traste, pero Cutler y Sterling se llevan como amigos de toda la vida, Stan y Peggy son “como hermanos”… que se tocan un poco, y Peggy y Ted han concretado (hace falta un pirata para reconocer a otro, y no hay pirata como Don). Y también nos enteramos que Frank Gleason finalmente fue vencido por el cáncer, y que tiene una hija flower power (por suerte vino ese dato, un poco creepy, pero que por lo menos nos sirvió para confirmar, al igual que el hecho policial con la “abuela Ida” que las cosas que veíamos eran reales y no alucinaciones de nuestros personajes).
¿Qué sabemos entonces de los efectos de las anfetaminas? Que sacan el hambre, que dan efectos parecidos a los cardiacos (ojo que tenemos un par de cardiacos en el programa…), que te hacen maníaco y creativo pero probablemente no con un fin específico, que inmunizan al dolor… por lo menos al físico. Pero como Ginsberg (de quien ya nos enteramos es virgen, y ahora que no consume drogas, ni alcohol), nosotros no tuvimos el beneficio de las drogas, e interactuar con los que sí lo hicieron tiene un cierto grado de perplejidad y para qué negarlo, molestia.
Claro que lo siniestro que mencionábamos antes depende del nivel de oscuridad del usuario, y nadie es más oscuro que Don Draper, y acá es donde me meto en otro nivel de análisis. Toda la temporada tiene como objetivo aparente que podamos ver más allá de la superficie súper heroica de Don para darnos cuenta de lo retorcido que es. Puedo adherir, hasta ahí, con eso. Como pasa con los Walter Whites y Tony Sopranos de las series todas, hay una desconexión entre el mostrar lo siniestro de los personajes y hacerlos demasiado atractivos para un público que desearía ser un hijo de puta pero solo lo puede vivir vicariamente desde su televisión.  Pero también, Weiner y compañía se empeñan en EXPLICARNOS porque Don es como es, y realmente, lo están explicando mal. Ya sabíamos todo lo que necesitábamos saber sobre el pasado de Don, y todo justificaba el personaje tal como estaba. La historia del burdel es forzada y reduccionista, y ya es la tercera vez que volvemos en 8 episodios, y estoy seguro que va a volver.
Verán, además de blogero quiero creer que todos los años pasados en la facultad de psicología me sirvieron para algo, y que puedo identificar que lo que están haciendo aquí es “psicología popular”, o una mala lectura freudiana: existe una realidad inconsciente, y es su realidad y tiene efectos, pero NO es una realidad histórica objetiva. Ya con sus primeras histéricas que “le mentían” Freud pudo ver como todas esas historias de abusos y seducciones eran construcciones, no dato. Entonces basta de tirarme que todo el pasado chingado de Don es dato, o si lo van a tirar, que no sea con un flashback constante a una obviedad tal como la puta/madre/puta, que además de vestir de rojo (cuidado con el piano que se les está por caer en la cabeza) tiene el mismo lunar pintado que Sylvia.
Más agencia, más drogas si es necesario, menos pasado de Don. Chevy nos dio un plan y un ultimátum para “69, 69, 70”, la serie también lo tiene, vamos por otra cosa, por favor.

Algunas observaciones al paso:

  • La naturalidad con la que Jim Cutler trae al “doctor”  y todos se prenden, no solo nos habla de que es 1968, que Jim ya hizo esto antes, sino también de lo parecidos que son Jim y Roger.
  • Todo es un poco mejor con Bacharach and David.
  • Escucho ofertas  sobre que función cumplió la historia de la “abuela Ida” aparte del dialogo telefónico final de Sally y Don y poner a los Francis y Megan en la misma habitación (siempre divertido)
  • Hablando de los Francis, Betty está en sus competencias completas nuevamente: flaca, rubia, perra. Espero más de esa historia.
  • Lindo momento Stan y Peggy, aunque ella tenga más clara la naturaleza de la relación que él (lindo culo Peggy, pero ¿no te gusta la barba de Stan? ¿taloca?)
  • Y un tercer y último nivel de análisis: el programa nos está tirando imágenes de muerte/enfermedad otra vez por todos lados, algunas más obvias que otras: la muerte de Gleason y del primo de Stan (a quien conocimos en la fiesta del zou bisou bisou, por si no se acordaban), las muy frontales referencias a la enfermedad cardíaca de Roger y los problemas respiratorios de Don, que estoy seguro que traen algo más que flashbacks, y, una  que se puede pasar si no se es angloparlante: Mae, la puta del burdel que hizo de Don lo que es hoy, (si vamos a creerle a la interpretación literal ) se llama de apellido “Swanson”. “Swan song”,  expresión en inglés que implica el movimiento de despedida, probablemente por muerte. Piensen en eso la próxima vez que se intoxiquen. 

viernes, 17 de mayo de 2013

Hay una discoteca por aqui: sobre el show de los Pet Shop Boys en el Luna Park

Foto discotequera cortesia de Ruben Gauna

Cuando en 1988 los Pet Shop Boys salieron de gira por primera vez (en lo que ahora se conoce, en retrospectiva, como Highlights, dado el nombre del video documental de la misma), en el medio del show hacían un intervalo (todavía estaban más del lado del teatro que del concierto de rock) y pasaban a todo volumen su experimento acid house The sound of the atom splitting. La intención era que “la gente se levantara de los asientos y bailara descontrolada en los pasillos”. Nunca sucedió.
Probablemente era una idea adelantada a su tiempo, lo que no quita que veintitantos años después lo sigan intentando, esta vez, con un poco más de éxito. Es que verán, luego de la debacle Elyseum, los PSB, nunca temerosos de barajar y dar de vuelta, salen de gira ostensiblemente para borrar ese mal trago y a apoyar a su clásico disco de recuperación (no es la primera vez que tienen que hacerlo), el aun no editado Electric.
Y de ahí viene mucha de la sorpresa, mayormente agradable, de lo que vivimos en el Luna Park este jueves: un show prácticamente sin baladas, con una puesta que más que resaltar lo que pasaba en el escenario intento transformar el Luna en una enorme discoteca, y lo logró. Saliendo de la perplejidad inicial de una larga intro instrumental (de un tema desconocido) más una segunda intro instrumental, ahora con Axis, el primer corte de difusión de Electric, con el que el público ya está familiarizado, y las primeras canciones del show cantadas por detrás de una pantalla que semi-ocultaba a los músicos (esta vez, solo Tennant y Lowe con un par de poco destacables bailarines ocasionales), las cosas se fueron caldeando lentamente. Para Suburbia, el público ya había entendido, y para cuando empezaron a estrenar canciones de Electric como un DJ tirando pistas nuevas, era imposible quedarse quietos. Por largos tramos, el efecto concierto-discoteca funcionó mejor que muchas experiencias de discoteca propiamente dichas.
Y aquí el gran mérito: cualquiera pone a bailar a miles de personas con Always on my mind, pero hacerlo con canciones nuevas y desconocidas, una oscura cara B (la magnífica I get excited, you get excited too), o algún álbum track olvidado es mucho más notable. Sabrán disculpar el no reconocer los nombres de las nuevas canciones, salvo la ya mencionada Axis y Thursday, un futuro clásico que cuando leímos que contenía una participación del rapper Example todos temimos los peor y resulta ser de lo mejorcito que han hecho en mucho, mucho tiempo.
Para el final, luego de los bises y recontrabises, se dieron el lujo de cerrar con OTRA canción nueva. A ver si nos entendemos: el último bis, el que tiene que ser Satisfaction, Like a prayer o Rio, fue una canción nueva, y no había una persona quieta o sin sonreír en todo el estadio. Nos podríamos haber quedado todos bailando por el resto de la noche.
Bien jugado, Pet Shop Boys, bien jugado. 

martes, 14 de mayo de 2013

Comentario: Nurse Jackie 5x05 - Good Thing


"I've never been sober in a dress"

Este episodio de Nurse Jackie tiene claramente dos partes, y no voy a ocultar que una de ellas me interesó mucho más que la otra, aunque entiendo que hasta cierto punto era necesaria esa segunda parte. Y hablo de partes y no de historias, porque no es que una es la historia A con Jackie y la otra una historia B con otro personaje: son claramente dos historias A, unidas por el hecho de tener a Jackie como protagonista, con algunos condimentos del resto del elenco.
El motivo por el cual la primera parte me gustó más tiene que ver con el registro casi de comedia que tiene: Jackie va a tener su primera cita con su nuevo amigo policía, y todo el hospital está revolucionado, incluyendo hasta a un Eddie que intenta seguir en su rol de amigo y una inesperada Roman. El desafío, como bien lo expresa Jackie, es estar en una cita real, sobria (suponemos que alguna vez tuvo citas con Kevin, pero deben haber sido hace tanto que ya ni cuentan). Nada que temer, eso que siente Jackie es un sentimiento pre-cita bastante común, no abstinencia ni nada de eso, y la dinámica en All Saints alrededor de la historia, la oportunidad de verla a Jackie/Edie Falco con una belleza que le conocemos pero que el programa no le permite desarrollar demasiado, y hasta la cita en si, con el encantador cambio de restorán, funcionan. 
Como la púa rayando un viejo disco de vinilo que se saca de un tirón, en el medio de la cita aparece Cruz (mejor no analizar la lógica de cómo la encontró). Más allá de la falta de cordura (admitida, pero falta de cordura de todos modos) de las llamadas al contestador de Charlie, el no dudar de Jackie ante el llamado desesperado de Cruz es humano y comprensible, cómo lo es el cerrarse al mundo exterior de Cruz y hasta ese momento de arrebato carnal que los une, mucho más común en situaciones de duelo compartido de lo que se suele creer. Pero ¿por qué ahora? ¿Por qué Cruz otra vez? Para el caso, ¿por qué las llamadas al contestador de Charlie en primer lugar? No me cierra esta historia, y lo último que el programa necesita es otro triángulo.
Hay algo también de “sexo-prohibido-trae-castigo” en la situación de Jackie con Grace que este nivel de programa tendría que obviar. O tal vez estoy leyendo demasiado en la situación.
Más desafíos de Jackie sobria, menos Cruz, es todo lo que pido.

Algunas observaciones al paso
  • La historia de Grace termina como termina porque de manera muy inteligente queda establecido que la kriptonita para Grace será el fantasma de las drogas. Bien, es creíble y adecuado al programa. 
  • Si Jackie fuera una sitcom (y por más que dure media hora, no lo es), el personaje de Zoe estaría eternamente condenado a ser el alivio humorístico, pero ya desde el año pasado nos están mostrando el crecimiento de Zoe como profesional y como astuta observadora. Buen desarrollo de personajes.
  • Coop-Roman, siguen siendo inútiles, pero justo esta semana me trajo un deja vu Mad Men. Ah, la sincronicidad.
  • Interesante como está planteada la rivalidad Gloria-Prentis y como este episodio el punto fue para Gloria (por segunda semana consecutiva)

lunes, 13 de mayo de 2013

Comentario: Mad Men 6x07 - Man with a plan

"Move Forward"
Gif cortesia de tigerdroppings.com
En cualquier serie que dure varios años y donde el paso del tiempo sea un condimento esencial (es decir, no una de las “de procedimientos” donde lo que pasa en cualquier semana dada es más importante que lo que sucede con las vidas individuales de los personajes), cómo esos personajes reaccionan al paso del tiempo, como ese paso del tiempo los afecta es uno de los aspectos claves.
Mencioné esto sobre Mad Men en el comentario del primer episodio de esa temporada, y es una de las teorías a las que siempre se vuelve en el análisis de Sopranos que la moraleja final era “la gente no cambia”. Tal vez una de las diferencias clave entre Mad Men y Sopranos siempre fue que el que no cambia es Don, mientras que todos los otros personajes han cambiado de situación y en cierta manera, cambiaron CON la situación: Peggy y Joan son los ejemplos extremos, pero aun personajes que en papel tendrían que ser inamovibles, como Roger, se vieron obligados a flexibilizarse. Y de la misma manera que hay episodios que tienen por objetivo mostrar hasta qué punto esos personajes han cambiado (The Summer Man, y como siempre volviendo a, The Other Woman), de repente nos cae un episodio como el anterior, que se empeña en deshacer los cambios mientras cambia todo. Claro que no es sorpresa que el motor de ese retroceso es siempre Don. Pocos episodios como el pasado muestran los poderes de Don para crear la ilusión de movilidad mientras deja todo en su lugar y esta “segunda parte” virtual es más de lo mismo pero elevado al cuadrado. Ingeniosamente, esta segunda parte, en una escena que tiene que despertar sonrisas en todos los viejos televidentes del programa, Peggy con una caja en la mano es guiada por Joan por su “nueva” oficina, como ya paso por lo menos dos veces, el día que Peggy llego a Sterling Cooper y cuando fue ascendida por primera vez a copywriter (coffee writer? El chiste estuvo simpático), se nos marca un supuesto paso atrás para Peggy; pero el diálogo entre estas ahora pares y tal vez amigas deja bien en claro que los últimos 8 años no fueron en vano, como bien lo muestra también esa frase definitoria de Peggy hacia Don, tal la transparencia de sus estrategias: MOVE FORWARD. Para el caso también, por más que en la mente de Don la relación con Sylvia haya sido Rachel Menken parte 2 (con un poco de sexo kinky al que se acostumbró con Megan), en lo único que se parecen es en que son las únicas dos mujeres (la situación Betty fue diferente) que fueron las actoras activas en el hecho de dejarlo. Bien por vos Sylvia, una buena chica católica como vos merece más que un tipo que solo encuentra nuevas maneras de indirectamente decirte PUTA.
El tema es, Don, jugando con Sylvia o emborrachando a Ted, lo que quiere es recuperar algo de control, de la peor manera. Y el cómodo “Ted es piloto de avión” solo fue puesto en el guion para mostrarle a Don y a nosotros, que no, no hay control, siempre estamos en las manos de otros: de un piloto de avión, de una esposa que vuelve con su marido, de un jefe sádico que disfruta en echarte por segunda vez, de un samaritano (que por interés o no) te salva la vida, de un loco con un arma que le dispara a un precandidato a presidente. Y felicitaciones a los guionistas por la manera sutil de inscribir el asesinato de Bobby Kennedy en la historia sin repetir innecesariamente lo que vimos hace dos semanas.
Puede que como la senil madre de Pete muchos personajes sientan que el tiempo no pasa o que todo se repite, pero como la señora Campbell también, la única manera de que esto suceda es perdiendo la capacidad de percibir la realidad.

Algunas observaciones al paso:
  • ¿Dónde está Dawn? Creo que nos tenemos que preocupar. Como bien lo sabe por experiencia y como jueza de carácter Peggy, “Dawn es una excelente secretaria”: sus ausencias son demasiado conspicuas. Y corríjanme, pero Peggy viene de hablar con Dawn cuando dice eso, a pesar de que no estaba en su escritorio más temprano ni al otro día. ¿Error de continuidad del guion?
  • Hablando de preocuparse, ¿Joan tuvo “sólo” un quiste en un ovario? No me gusta.
  • Tampoco me gusta la posibilidad de un romance Joan-Bob. Si todo queda en una obsecuencia de Bob para lograr cierta estabilidad laboral (cosa que funcionó, gracias Joan), bien, pero no quiero más que eso.
  • Claro que Bob tuvo ese momento de desesperación cuando su nuevo jefe Burt Peterson es despedido nuevamente sin ninguna ceremonia. Qué triste destino el de ese personaje…
  • Si bien me molestan los niños, los ancianos y los moribundos que tienen “la sabiduría”, está bueno como Gleason le da a Ted el consejo que le dio su amiga a Joan hace unos episodios: entrá a la oficina como que es tuya si querés que reconozcan que así es.
  • Despedida fuera de cámara: Margie. Lástima que solo tuvimos esa sola interacción entre Peggy y su reemplazo, algo tosco. Hubiese sido interesante ver a la Ejecutiva Olson manejando una subalterna que es su par.
  • Y como Ted, Peggy también tiene un momento de hacerse cargo, que ya mencionamos, pero es bueno que haya venido luego del final del episodio pasado, y especialmente de en este haber sido asignada “la oficina de la columna”
  • En el 68 paso de todo, ¿no? Como al pasar también nos enteramos de que es Mayo y en Francia pasan cosas.
  • Trato de escribir estos comentarios en un “vacío” pero es cada vez más difícil, especialmente por cuanto disfruto los cometarios de otros sitios como Tom and Lorenzo y The AV Club. Me encanta cuando coincidimos, y me quiero matar cuando se dan cuenta de cosas como todas las sutiles diferencias al episodio Red in the face de la primera temporada. Si leen inglés, no se lo pierdan, es una genialidad.
  • Un Gin & Tonic con dos hielos. ¿El trago de la madre de Pete o mi merienda de esta tarde cuando vuelva a ver el episodio con amigos?
  •  

jueves, 9 de mayo de 2013

Un minuto de su atencion por favor: Sobre The Minutes, de Alison Moyet


Si, ya se. Que soy un descarado comentando un disco sobre el que claramente carezco completamente de objetividad. Para aquellos que recien llegan, efectivamente, Alison Moyet es para mi LA artista. Esa por la cual se hacen locuras, por la cual se nubla el razonamiento.
En mi defensa, sin embargo, les puedo contar que rara vez van a ver un comentario aca de un disco de un artista que no me guste, y aun cuando es destructivo y/o indiferente, la opinion es la opinion de un fan, a veces un fan dolido. Y no hay fan mas dolido que el fan de Alison, desperdiciando por años su inmenso talento en discos con suerte mediocres, cuando no directamente malos... y eso es cuando saca un disco, ya que este es su octavo disco solista, decimo en 32 años carrera (teniendo en cuenta que los dos albumes de Yazoo salieron apenas a 10 meses de distancia uno del otro).
Por motivos varios muy largos de explicar, la señora Moyet sólo se empezó a tomar en serio su carrera en los dos mil, y el público respondió, especialmente a su elegante disco de covers y un interesante grandes éxitos. El tema es que Alison, rejuvenecida cincuentona, no quería ser identificada como cantante de standards u oportunista refritando sus éxitos de hace tres décadas: quería sacar un disco nuevo de la música que tuviese ganas.
El problema es que lo que Alison "tiene ganas" a veces es medio dudoso. Después del éxito artístico que tuvo trabajando con Pete Glinister en su ya clásico album Hoodoo del año 93, colaboraciones posteriores no funcionaron tan bien, y los momentos más rescatables de su carrera fueron las que la encontraron trabajando con otra gente como The Insects o Anne Dudley. Pero lo que le faltaba era ese colaborador, como lo fue Vince Clarke en su momento o el temprano Glinister. Entra entonces Guy Sigsworth, productor electrónico de vanguardia, que trabajó con gente como Bjork o co escribió hits monstruosos con Seal. Moyet y Sisgworth se encerraron en el campo, se tomaron todo el tiempo del mundo, e hicieron el disco que tenían ganas, sin mirar que pasaba en el mercado a su alrededor.
Ese disco se llama "the minutes" y puede ser el mejor disco de Moyet en tres décadas (discutible) o por lo menos dos (eso seguro). the minutes (así todo en minúsculas, como til tuesday o kd lang) devuelve a Alison a la electrónica que la lanzó con Yazoo y la hizo famosa en su primer solista Alf (y si, considero que el sofisticado pop de Alf es electrónica, por más que estuviese disfrazada de "pop adulto") y con la que flirteó exitosamente en su colaboración con Tricky en Nearly God y con My Robot Friend.
Y efectivamente, es el disco que suena más "contemporáneo" que haya sacado, pero no es un disco "de moda", y que no se sostendría si no tuviese el apoyo de unas canciones exquisitas y ese instrumento privilegiado que es la voz de Alison. Puede que en algún momento se escape algún efecto dubstep de jardín de infantes, pero no se dejen engañar, esto no es un album de Britney. Brit no sólo no tiene la voz, tampoco podría escribir algo tan complejo como Changeling, oscuro como Rung by the tide o maduro como todas las letras, de una mujer de 50 años, 35 de los cuales fueron como artista top ten, madre de 3 hijos de 3 padres distintos. 
Como en sus dos últimos discos "propios", el primer corte no es lo más representativo del album, la brillante pero más tradicional When I was your girl, que es un buen simple Moyet que podría ser de cualquier época. Pero no hay más que escuchar el tema que abre el disco, Horizon Flame o el extático Right as rain (un favorito inmediato que con suerte será cortado como simple, remezclado y tocado en vivo para que la muchachada baile) para darse cuenta que Moyet y Sigsworth están en OTRA COSA, otra cosa mejor, más sofisticada. Hay también guiños a los tempranos años de electrónica más sencilla y melódica en Filigree (que cuenta también con una versión alternativa que es un guiño a la época "guitarras y flores en el pelo" de la carrera de Alison) que recuerda, sin imitar, a las clásicas baladas de You and me both o al menospreciado For you only, de Alf. Se suma algún toque oscuro, casi gótico (la ya mencionada Rung by the tide) o sencillamente que nos hacen pensar "ESTO es lo que tendría que haber estado haciendo todos estos años" como la futura clásica Apple kisses.
En conclusión, si ven comentarios unánimemente positivos de the minutes no es por cariño o porque la extrañábamos o por que se la está felicitando por glorias pasadas: Alison Moyet, a la edad que la mayoría de los artistas que no son David Bowie ya bajaron los brazos, acaba de sacar el material más vital de su carrera.
A veces ser fan de Alison por 30 años tiene sus recompensas, después de todo.

Para su referencia, la discografía de Alison como para entender de que estoy hablando:

1982 Uptairs at Eric's (con Yazoo)
1983 You and me both (con Yazoo)
1984 Alf
1987 Raindancing
1991 Hoodoo
1994 Essex
2002 Hometime
2004 Voice (album de covers)
2007 The Turn
2010 Reconected Live (con Yazoo, disco en vivo de la gira de reunion)
2013 the minutes

martes, 7 de mayo de 2013

Mis problemas con Iron Man 3


No iba a hacer el comentario de esta película, no por cómo ironicé por ahí “si no tienes nada bueno que decir, no digas nada”, si no porque en general me abstengo de hacer comentarios de películas que no me interesan 100%. En general, o me interesaban y me decepcionaron o no me interesaban y me sorprendieron. Pero bueno, mis fans lo pidieron,  aquí está.
Van entonces algunos descargos primero:
  1. nunca fui seguidor de Marvel en general, y de todos los personajes de Marvel, pocos me ha interesado tan poco a lo largo de los años como Iron Man
  2. tampoco me han interesado demasiado las películas de Iron Man. La primera la vi a los premios en una copia trucha en casa, la segunda fui al cine cuando pintó, ésta, un poco  llevado por The Avengers y otro poco para hacer una salida con amigos, la vi casi en el estreno
  3. uno de los motivos porque estas películas no me interesan demasiado es porque soy inmune a los encantos de Robert Downey Jr, y es más, me parece que el hacer más de esa caricatura amplificada de si mismo cada película que pasa me hace que me caiga MENOS bien cada vez. No tengo espacio en mi vida para cheroncas. 
  4. me gustó mucho The Avengers por motivos que son externos a Iron Man y RDJ.

Mis problemas con la película, dicho todo esto, poco tienen que ver con el nivel de espectáculo, con la consistencia dentro de la saga, con la mejora o no con respecto a lo que todos consideran que fue una floja parte 2, con si el 3D está bien o mal utilizado o si Gwyneth es o no la mujer más bella del mundo (?). Mis problemas con Iron Man 3 son uno de guión/realización y otro conceptual.
No tengo gran aprecio por las películas de acción, de ninguna época. He visto muchas, algunas me caen mejor que otras, pero hay algo en lo que soy consistente: NO PONGAN NIÑOS EN LAS PELICULAS DE ACCION. No cumplen ninguna función más que “ser encantadores”, “ser rehenes” o sencillamente infantilizar una premisa para hacerla lo más multitarget posible. Así que, empezamos mal desde el momento que Tony se hace de un “encantador amiguito”. Shane Black, navidad, niños, blahblahblah... NO ME IMPORTA. NO. NIÑOS.
Ahora, ya está, clavaron pendejo... que por favor no sea un “niño mágico”. Un “ser de luz”, “mejor que nosotros”, “que le muestra el camino al héroe”. Esta mierda del niño interior Spielberg hace 35 años que la quiere hacer digerir y me parece insoportable. Ahora, si encima el “niño mágico” mágicamente “cura” un desorden psicopatológico (no inventado, ya que estamos, ya que desde la sintomatología al desencadenante está comprobado que alguien agarró un DSM cuando escribió el guión). No, un stress post traumático con episodios de pánico no se cura con un “construye algo”. Ya bastante trivializaron a la enfermedad mental en Silver Linings Playbook, ¿ahora esto también?. Pero bueh, para el final de la película es sólo una cosa más que “curaron”. Como me decía un amigo, menos mal que los X-men están en otro estudio de cine, porque se distraen y Tony los cura a todos de sus mutaciones...
Mi segundo problema es un poco más nerd, si se quiere, y como oportunamente comenté sobre El Hombre Araña, tiene que ver con realizadores a los que no les interesa en lo más mínimo el material con el que están trabajando. Digamos, el punto de Iron Man es Tony Stark en una armadura. El problema de salud de Tony es la excusa para que sea Tony, en su armadura. Claro que hay libertades del tipo War Machine/Iron Patrior/Iron Monger, pero la idea es: un hombre, una armadura, un motivo por el cual ESE hombre en ESA armadura. Si no... ¿qué impide un ejercito de Iron Men? Digamos que un tema ético de Tony y Pepper. Pero si sacamos a Tony de la armadura, y la armadura...LAS ARMADURAS pueden funcionar solas, lo que tenemos es un montón de robots, y eso no es Iron Man, en es en todo caso Transformers. Es diluir innecesariamente el concepto original. Me extraña del cuidadoso Kevin Fiegue, y si me vas a tirar robots, por lo menos presentá a The Vision y dejame con ganas de Avengers 2...
Y cómo verán, ni me metí con el tema del Mandarín. Si no fuera por el a) estaría furioso, supongo. En esta ocasión, no estaba tan comprometido con el material original como para que me importe. 

Comentario: Nurse Jackie 5x04 - Lost Girls


"Maybe for Christmas"

La semana pasada empecé mi comentario sobre Jackie hablando de los cambios de tono repentinos y cuanto me disgustan. Esto, claro, no significa que no me guste que me sorprendan, siempre y cuando la sorpresa esté dentro del registro del programa (ver el comentario del Mad Men de esta semana para saber a que me refiero con “sorpresa agradable”).
Entonces, cuando empieza el episodio, y todas las señales, desde la sonrisa de Edie Falco hasta la música de fondo indican “Jackie está felíz”, luego de ver cuatro temporadas y monedas de la serie, la pregunta que me surge es “por cuánto tiempo”. Bueno, he aquí la sorpresa: en este episodio, ni la felicidad de Jackie se ve abruptamente violentada (tal vez si puesta a prueba), ni hay una de esas pruebas del tipo ”vuelve a consumir o no”, ni se ve involucrada en ningún lío mayor (o si, pero no propio como estamos acostumbrados).
Hay algo en el formato de la serie que permite tener un “paciente de la semana” y si estuviese en TV abierta, hasta se podría convertir es una de esas de hospitales o policías donde un actor invitado se cura o mata a alguien en 40 minutos. Habilidosamente lo han evitado, pero siempre hay un caso de fondo, y una pregunta, a veces obvia, a veces no sobre “¿qué relación temática o simbólica tiene esto con Jackie y sus problemas?”. La paciente drogada, el “nadie es tan estúpido”, todo apuntaba a una moralina sobre Jackie, drogas y mentiras nuevamente, pero no: era un “caso de la semana”, que no estuvo ahí para “decirnos algo profundo”, si no para avanzar la historia de Jackie, de su nuevo amigo policía, de Prentis en All Saints, de Gloria. Impecablemente hecho, y con lo más parecido a un “final felíz” que se puede esperar de esta serie.
Claro que la vida de Jackie no es una primavera constante, sus hijas siguen siendo su alegría y su condena, y ahora hasta Fiona está empezando a tener problemas. Claro que esto sirve para una tregua con Kevin, que sumada a un nuevo “contrato” (lindo detalle) con Eddie, contribuyen a la felicidad de Jackie.
Bien hecho guionistas, puede que este experimento funcione, no se por cuanto tiempo, pero que funcione.

Algunas observaciones al paso:

  • Coop y Roman. Basta. Esa historia no es graciosa, no es romántica, no nos dice nada sobre los personajes. Preferiría media hora completa de Zoe y Thor diciendo pavadas.
  • Prentis finalmente está entendiendo la dinámica de All Saints. Hubo algo que me gustó en su “la próxima vez, me lo traen a mi”.
  • Y la historia de Gloria también toma un giro que me alivia. Claro, no está bien, pero tampoco está TAN mal, vieja zorra. Bien jugado Gloria, bien jugado. 
  • Jackie llamando al contestador de Charlie, en serio, basta. 
  • El novio pelilargo guitarrista de Grace es el novio pelilargo guitarrista hijo de Stan en The Americans. 30 años entre serie y serie, mismo horrible corte de pelo. 

lunes, 6 de mayo de 2013

Comentario: Mad Men 6x06 - For immediate release

"Mutually assured destruction"
Dos cosas parecen constantes de esta temporada de Mad Men: una es que mucha gente parece no estar conforme para nada con cómo va (o iba, sigan leyendo). La otra es que necesariamente para comentarla hay que remitirse a episodios pasados, dado que viene más cíclica que nunca.
Bueno, a los del primer grupo, les han tapado la boca de una manera que NADIE se veía venir y lo segundo va a ser completamente indispensable.
Ya he hablado en algún otro lado sobre la estructura de las series de 13 episodios, y como el llegar a la mitad es el punto en que las cosas se tienen que empezar a mover. Esto es claramente cierto de Mad Men, como una lista de “episodio 6” nos hace rápidamente ver:  s01 Babylon; s02: Maidenform; s03 Guy walks into an advertising office (¡!!!); s04 Waldorf Stories (este es bueno, pero “la carne” en ese caso fue el ep 7, The Suitcase; s05 Far away places. No podíamos esperar menos para la s06, pero lo cierto es que el impacto del avance de la trama en este episodio es más para un final de temporada, y en una serie cuya característica distintiva es no dejar cliffhangers, apenas vamos a poder esperar hasta la semana que viene para ver qué pasa con este nuevo Frankenstein que se acaba de formar.
Todos sabíamos instintivamente que la separación de agencia de Peggy era momentánea, y que en algún momento se iba a corregir, probablemente a final de la temporada. Las opciones eran regreso triunfal, regreso con la cola entre las piernas… o algún tipo de unión entre las dos agencias. Cuando la semana pasada apareció uno de los socios de Ted Chaugh y vi que el actor que lo interpretaba era Harry Hamlim, vi que algo por ahí venia: aun en una serie de prestigio como MM, no se contrata a un actor con cartel propio para una aparición casi de cameo en una fiesta. Pero nadie se veía venir lo que Don y Ted pergeñaron sobre dos vasos de whisky en un hotel de Detroit. Ese es en gran parte el tema del episodio: gente tomando decisiones sin informar a los demás que están haciendo, con muy diversos resultados. Don y Ted, claro. Pero también Don y Jaguar; Pete, Joan y Bert y la oferta pública (esa sí que es una yunta poco esperada…); Roger cortándose solo para conseguir a Chevrolet (para el caso, Roger dejando colgada a Marie también); y hasta Tom Vogel llevándose a Viks y vengando a su hija de paso. Y no hay jerarquía que garantice resultados, y aun cuando los da, hay consecuencias que pagar. De hecho, la reacción de Joan ante la caída de Jaguar fue uno de los mejores momentos de un episodio descollante y finalmente pone algún tipo de cierre a la historia que comenzó en The OtherWoman.
El motivo por el que muchos comentaristas ven este episodio como un “regreso” para Mad Men fue porque dejó un poco el teleteatro y volvió a dinámicas que son típicas de las primeras tres temporadas y que se coronaron con un episodio que tienen todas las líneas de conexión con este: Close the door, have a seat, que cerró la temporada 3. Tengo que admitir que a mí también me energiza ver este tipo de cosas alocadas, pero no significa nada si no está anclado en un personaje o varios, y en este caso, es Peggy. Puede que a nuestra heroína no le gusten los cambios, pero su nuevo departamento, su nueva situación laboral y su potencial nueva situación sentimental son el tipo de cosas que llevan a la gente al infarto o el alcoholismo. Y tampoco nos olvidemos que por todas las consecuencias para Joan de The Other Woman, también  fue el episodio que cambió todo para Peggy. Joan fue la que se puso a gritar por lo fácil que se deshace algo que le resultó traumatico, pero Peggy lo está sufriendo lo mismo o más. 
Pero por lo pronto, en el cierre de esto que extrañamente parece un episodio en dos partes, el primero de ese tipo en toda la serie, Peggy sabe lo que tiene que hacer: “New York City, May 17, 1968. For immediate reléase.”

Algunas observaciones al paso:
  • Que alguien le dé un Emmy o algún otro premio a Christina Hendricks! Ya viene hace dos temporadas robándose la serie, pero si hay un “Emmy Reel” que no necesita edición es su monologo poniéndole los puntos sobre las ies a Don.
  • No voy a competir con Tom and Lorenzo sobre la significación de la moda y el estilo con respecto a los personajes, pero el pelo suelto de Joan en su primera decisión de alta monta para la agencia, habla volúmenes.
  • Algo en lo que Mad Men generalmente falla es en las secuencias de fantasía. No tienen lugar en el realismo cerrado de este universo. Fallaron con el “fantasma” de Anna, fallaron en el delirio asesino de Don la temporada pasada, y falla en la fantasía de Peggy con Ted. Y hablando de Peggy y Ted, lo veíamos venir, pero no. Esto es Duck parte II. Pobre Peggy… sus elecciones de hombres nunca pegan una (mejor ni hablar de Abe y el departamento que le hizo elegir)
  • Roger siempre lleva unas copias de “Sterling gold” para regalar.
  • Cada aparición de Marie Calvet es más disfrutable que la anterior. Sus diálogos y caras durante la cena con Herb y su irritante esposa fueron increíbles. Espero que ese “goodbye” a Roger no signifique no más Marie en el futuro. Los consejos que le da a su hija para levantar su matrimonio son geniales. Megan obviamente, le hace caso.
  • Y hablando de personajes que se nos van, veo poca Trudy en nuestro futuro. Genia igual como aun cuando parecía estar dándole una segunda oportunidad a Pete, en cuanto se entera donde se encontraron su (ex)marido y su padre, no duda lo que tiene que hacer.
  • Hablando de ese encuentro: Bob. Este trepa tiene la llave de la definición de la temporada, acuérdense lo que les digo.
  • Otra de Megan: me gusta como su personaje, tan odiado como es, se transformó casi en una “meta presencia”, comentando como si fuera la voz del público. El “ya me odian?” del ep pasado, y  esta vez diciéndole a Don que le ‘encanta verlo así de energizado’, como el público adorador del Don-alfa.