martes, 10 de enero de 2012

Conozca a sus Mixmasters


Luego de la muy bien recibida reseña sobre los 7”, 12” y esas cosas, me puse, con una mezcla de nostalgia, alma de coleccionista e investigación para futuras columnas, a escuchar doces varios. De la época a la cual siempre vuelvo a remitirme: los ochenta, mas bien de mediados a fines.
Es interesante como a veces hay cosas a las que no les prestamos atención en su momento, pero al hacer una revisión, empezamos a ver los patrones que se repiten. Asociamos a los 90 como la era del DJ/remezclador estrella, cuyo nombre iba tan grande como el del artista remezclado: los Morales, Oakenfold, Terry... y sin embargo, esto ya había empezado una década antes, solo que en lugar de pasa discos eran ingenieros de sonido los responsables (hay un motivo para esto, y tiene que ver con las limitaciones técnicas de la época: pre samplers, el trabajo se hacia directamente sobre las cintas maestras, y aun los primeros samplers, los Fairlight y Synclavier, eran tan caros y complejos que eran producto del ingeniero en el estudio y no del músico o pinchadiscos).
Los ochenta remezclados estuvieron dominados por tres corrientes: una americana de Arthur Baker, otra también americana pero mas pop, liderada por Thompson y Barbiero, y finalmente la que nos ocupa, la europea de la factoría PWL(1): Phil Harding, Pete Hammond y Ian Curnow, todos llevando el titulo honorífico de “mixmasters”.
Para muestra basta un megamix

A la distancia no nos damos una idea de lo omnipresentes que fueron Stock, Aitken y Waterman durante esos cinco años 85-90. Si, tenemos presentes a Rick Astley y Kylie, tal vez asociamos a You spin me round y Venus, pero durante un puñado de años TODO sonaba a ellos. Podía estar directamente producido o pertenecer al imperio (todos los ejemplos mencionados más arriba), ser una imitacion... o estar remezclado por los mixmasters, siendo entonces parte del imperio “por alquiler”. De hecho, la mayoría de los imitadores (pienso en discos de Kim Wilde, Eight Wonder o Pepsi & Shirley) finalmente se rindieron al darse cuenta que la única manera de sonar autenticamente a PWL era con una mezcla de un ingeniero PWL.
Lo que conocemos como “el sonido PWL” o “el sonido de la factoria” es en realidad el sonido de estos tres señores: varias pistas de bateria de una Linn, mas algo de percusion de una TR808 y una linea de bajo machacante de la Roland TB 303 (EL sonido del acid house). En los discos de Stock Aitken y Waterman como costumbre en lugar de un “puente” perfeccionaron el “middle eight” con una frase o unas vocales sampleadas en su lugar (pensar en el “I,I,I should be so lucky”), algo que además luego caricaturizarían en sus mezclas con efectos hilarantes o brillantes (pensar en la “Pain Mix” de Strangelove, de Depeche Mode: pain, Pain, PAIN).
La famosa (o infame) Pain Mix. Sin desperdicio.

Los tres bajo contrato en PWL, mezclaron cada pieza de música que produjeron SAW(2); produjeron ellos mismos varias como relleno, caras B o llegado cierto momento discos enteros, para abaratar costos; hicieron de ingenieros en discos no asociados (los de Matt Bianco y los de Basia vienen a la mente) y remezclaron TODO. ABC, Erasure, Depeche Mode, Donna Summer, Blondie y Deborah Harry, Pet Shop Boys, Diana Ross,  y siguen las firmas.
Inicialmente el efecto fue de homogenización: todo sonaba igual, como producido por SAW. Luego, cuando se transformaron en estrellas con nombre propio, y en la medida que el house comenzó a dominar todo, se pusieron altamente experimentales, pero cada experimento generaba una tendencia nueva. Muchos de los tics que asociamos con el hip hop y todas las corrientes electrónicas de los 90 tuvieron su semilla en esa época.
La Sheer Chic Mix. ABC via Chic y Mel & Kim

Tal era el grado de éxito y autonomía que tenían, que empezaron a citarse a si mismos: una mezcla de The night you murdered love de ABC contenía un sampleo de Mel & Kim (aparte de estar basada en Le Freak, de Chic), otra de Eight Wonder tenia frases enteras de una de Matt Bianco. Eran épocas más sencillas: los discos sampleaban descaradamente a otros y nadie se quejaba (ironicamente, esto se acabó cuando M/A/R/R/S sampleo a los propios SAW en Pump up the volume, que llevaron el caso hasta la corte, sentando el precedente para todos los casos futuros y efectivamente cortando esta practica, u obligando a los artistas a citar al sampleado como co-autor de las canciones, disminuyendo las ganancias de todos).
Para principios de los noventa, la industria habia cambiado: la tecnología musical a buen precio democratizó la producción, el house y sus derivados tomaron todo por asalto, y Milli Vanilli terminaron de un plumazo con la credibilidad de la música pop de estudio por casi una década. Los mixmasters siguieron trabajando, principalmente como ingenieros y a veces productores, en discos de todo el mundo, pero mas “neutros” y mucho menos personales.
Pete Hammond esta de vuelta y nos muestra como se hace

Pero todo vuelve, especialmente si son los 80: desde hace unos años, Pete Hammond está haciendo mezclas “retro” para diversos artistas, que suenan igual a sus creaciones ochenteras, logrando un crossover popular con el genial Boyfriend de Alphabeat. Y, círculo completo, logró nuevamente un numero uno en los dance charts de la mano de Kylie, a quién había ayudado a lanzar originalmente, con su mezcla retro de “Put your hands up
Siempre se vuelve al primer amor: Hammond reinterpreta a Kylie en el 2011




(1) PWL: Pete Waterman Limited, la compañía del homónimo Pete Walterman, grabadora, publicadora, management, pulpo multimedia
(2) SAW: Iniciales de Stock, Aitken y Waterman, usadas ampliamente y sin mas aclaración por la prensa musical de la época.

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